El exNBA Gilbert Arenas, detenido por organizar partidas de póker ilegales en California

La industria del póker mantiene una fascinación, lógica, por otra parte, por acoger bajo su seno a figuras de otros deportes.

No hay mejor manera de asociar al póker con el deporte que recibir interés de jugadores, ya sea en activo o retirados, que han hecho carrera en una actividad atlética de alta exigencia; personas que, además, están consideradas entre las más competitivas del planeta.

La NBA es una de las canteras más prolíficas del póker. Grandes estrellas comoPaul Pierce han sido fervientes aficionados al póker, con presencias en programas de televisión y festivales como las WSOP.Bob Sura,Shawn Marion,Andrew Bogut,Russel Westbrook, oChris Paul son jugadores con largas y prolíficas carreras en el baloncesto profesional que no han puesto reparos a ser relacionados con el póker, e incluso a aparecer en partidas televisadas.

Es más, toda una franquicia, los Golden State Warriors, han hecho del póker parte de su rutina habitual, con jugadores como los hermanos Seth y Stephen Curry, Klay Thompson, David Lee, o Draymond Green hablando abiertamente de las partidas que juegan en sus desplazamientos y participando en numerosos torneos benéficos.

Sin embargo, si ahora mismo escribes en cualquier navegador las palabras «NBA and poker«, lo que te salta inmediatamente son docenas de enlaces a noticias de prensa generalista sobre la detención del exAll StarGilbert Arenas, relacionadas con la organización de partidas privadas ilegales de póker en California.

Según Los Angeles Times, Arenas, que está identificado en el procedimiento judicial como «Agent Zero«, el mismo sobrenombre que tenía cuando jugaba, debido al número que eligió para su dorsal, está acusado de tres cargos: Conspiración para organizar un negocio ilegal de juego, organizar dicho negocio ilegal y por falso testimonio ante agentes de la autoridad.

Todo proviene de una investigación que desembocó en una redada en una de las propiedades del exjugador de baloncesto, llevada a cabo en julio de 2022, y en la que se interrumpió una partida ilegal que estaba en marcha en esos precisos instantes.

Durante la redada, las autoridades confiscaron varias cantidades de dinero. Gilbert Arenas contactó con la agencia que efectuó la redada para reclamar un dinero que fue requisado en estancias privadas de la casa, alegando que desconocía por completo el uso que se estaba dando a su propiedad, que había sido alquilada a terceros. Esta petición desembocó en la acusación de falso testimonio.

Las fuerzas de seguridad están seguras de que Arenas formaba parte de la organización de las partidas debido a varios mensajes interceptados entre Arenas y el encargado de gestionar las partidas in situ. En una de sus conversaciones, Arenas le muestra a su asociado la foto de una mesa de póker con un dibujo de su efigie en la época que jugaba en la NBA con el número 0 y la leyenda «Gilbert Arenas Poker Club», y, más tarde, en una de las respuestas de ese mismo chat, el manager de las partidas le reclamaba a Gilbert 14.000 $ por los gastos en «las mesas y el material para las partidas, como inversión inicial de la organización de las partidas«.

Al parecer, unos meses después de empezar a montar las partidas en su casa, Arenas se mostró dispuesto a alquilarle la propiedad a un conocido delincuente israelí, que pasó a tomar las riendas del negocio a cambio de un alquiler. Las partidas alcanzaron un tamaño considerable, y en el momento de la vigilancia e intervención por parte de las autoridades se llegaron a contabilizar 26 jugadores y 12 empleados, entre crupieres, aparcacoches, cocineros y guardias de seguridad. También había mujeres contratadas para dar masajes y acompañar a los jugadores. Hay constancia de que, a una de ellas, al menos, se le consultó si estaría dispuesta a prostituirse en estas partidas.

Arenas ya ha sido puesto a disposición judicial, y en su primer trámite en sede judicial decidió declararse como no culpable. Fue liberado con una fianza de 50.000 $ y citado para la siguiente vista a finales de septiembre.

No es la primera vez que esta polémica estrella de la NBA tiene graves problemas relacionados con el póker. El suceso extradeportivo más recordado de su época de jugador fue la denuncia que recibió por llevar armas de fuego al vestuario de su equipo, los Washington Wizards. Según se dice, mantenía una disputa con un compañero por culpa de una partida de cartas, y ambos comenzaron a ir armados a sus convocatorias con el equipo. Eso le costó una sanción interna de la NBA que le mantuvo casi una temporada completa alejado de la Liga.