Bernhard Binder gana la batalla de las generaciones en el Super ME de las WSOP Paradise

A la mesa final de las WSOP Paradise le sobraron páginas y páginas de texto para llegar al final anticipado por todos, el enfrentamiento entre Bernhard Binder y Jean-Noel Thorel por un brazalete recubierto de diamantes y 10.000.000 $ en premios.

Con el suspense justo para rodar una buena película de Navidad, con una trama sobre una remontada o una inesperada victoria, quizá de una mujer,; la mesa final de las WSOP Paradise optó por un largometraje de cine experimental, como aquellos directores de los 70 que se recreaban en filmar a una persona durmiendo.

La productora de la final adoptó la costumbre de Pixar, y preparó un cortometraje inicial para la audiencia latina.Franco Spitale, que llegó a la FT con solo 8bb, fue eliminado rápidamente al toparse con
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en las manos deEric Wasserson cuando intentaba ganar fichas con
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J

. A partir de aquí, subtítulos.

Bernhard Binder se hizo con los mandos de la mesa final. En la víspera, ya había sido el único en poder seguir el ritmo del megachipleaderJean-Noel Thorel, pero no tuvo toda la suerte que hubiera podido desear con los flips. En al FT, volvió a demostrar que su póker estaba un puntito por encima del de la competencia, y esta vez, además, la baraja se alió con él. Se jugó un all-in de 12bb con
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contra la apertura dePeter Chien, que llevaba
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, y fue recompensado con una lluvia de diamantes que le dieron color máximo.

Se acercaba cada vez más la posibilidad de queNatasha Mercier consiguiera mejorar el 4º puesto que consiguióLiv Boeree en la edición de 2024, recompensado con el mayor premio que haya ganado nunca una mujer en un único torneo, pero la FT no estaba por la labor de darnos titulares.

Justo después de que Binder desposeyera, por fin, del liderato a Thorel, Natasha vio comoTerrance Reid atacaba su BB desde el botón, Sus casi 20 ciegas se fueron al centro, apoyadas en el
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, pero Reid llevaba otro, mejor acompañado. Esta mano no eliminó a la libanesa, que tuvo que jugar 3bb desde la SB en el siguiente reparto. Le dieron
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a Natasha para iniciar la remontada y podría haber sido muy provechoso después de que Thorel se aislara en la BB con una mano peor, echando de la escena a Reid, pero manteniendo sus fichas en el bote. El turn fue una
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pero el
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8

de Thorel encontró top pair en el river.

Para llegar a la conclusión más lógica, que era un HU entre el jugador más veterano y el más joven de la mesa, se tardó una eternidad.

Está claro que, durante tantas, y tantas órbitas sin efecto en la clasificación, tuvo que surgir alguna oportunidad para darle un giro a los acontecimientos. Pero fue desaprovechada.

En la mano más llamativa de la noche, tres jugadores acogieron un mismo flop, K92, como favorable a sus intereses. Thorel ligó una de sus cartas y se abrió un backdoor de color con
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. Belarmino de Souza y Binder ligaron proyecto de escalera, con el añadido de que el
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del brasileño se complementaba con proyecto de color y el
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del austriaco compartía el backdoor del francés. Todos chequearon.

La
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del turn tenía todos los ingredientes para hacer arder la mesa. Binder la apostó, y Thorel no dudó en foldear de inmediato. De Souza tenía la oportunidad de freerollear, pero se limitó a pagar. El river,
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, hubiera permitido a Thorel sacar mucho valor de las escaleras de los rivales, pero su mano ya estaba en el mazo. Binder optó por una bofetada a mano abierta, y De Souza, que no tenía más que una tarjeta de tiempo, se enfrentaba a demasiados combos de valor y rechazó pagar para empatar.

La vida sonreía a Binder, que volvió a ligar color con cuatro cartas en mesa para eliminar aEric Wasserson en un 40/60. Con un break por medio, el High Roller volvió a flopear otro color en una mano multiway yTerrance Reid decidió que iba a robar ese bote en flop monocolor con segunda pareja. A Binder le caían los puntos del cielo, hasta el punto de convertirse en milmillonario.

Thorel encontró unas jotas para pararle los pies al abusón de Binder, y casi enseguida, entró en una guerra de ciegas contraBelarmino De Souza. Se dieron la oportunidad de verl el flop
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al precio mínimo, y De Souza empezó a apostar su top pair, con
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6

. Cayó otro
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, y otra apuesta. El river fue un tercer
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, y De Souza cambió de tamaño para su tercer barrel, de ciega y media a nueve. Thorel le puso all-in, y esta vez Belarmino no se quiso preocupar de los combos que le ganaban y pagó enseguida. Thorel le enseñó el más improbable de todos ellos, el
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que faltaba.

Y aquí fue donde se estropeó el ritmo de este particular episodio de las WSOP. Binder se vio sorprendido por la agresividad de su casi octogenario oponente, y dio un giro radical a su estrategia. Optó por el tradicional small ball, por entrenar su paciencia y la de la audiencia, y el tiempo le dio la razón.

Tras varios cambios de liderato, Bernhard se vio beneficiado por una buena racha de cartas y se le presentó la oportunidad de seguir robando cuando Thorel decidió abrir a más de tres ciegas con KQ. Binder propuso acabar la mano yendo all-in con
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, pero Thorel empezaba a buscar el flip y pagó con
K


Q

. El river iba a mejorar una de las manos, pero fue la de Binder, con un
8

, innecesario a esas alturas.