Jungleman y Tom Dwan olvidan diferencias gracias a GTO Wizard

Tom Dwan y Daniel Cates han escenificado el entierro del hacha de guerra para mayor gloria y publicidad de la compañía GTO Wizard, que los ha sentado, por fin, frente a frente, después de 15 años de enfrentamiento público.

La raíz de su desencuentro fue el conocido como Durrrr Challenge, un acto promocional de la sala que patrocinaba a Tom Dwan a finales de los 2000, Full Tilt Poker, que consistía en un reto abierto a todos los jugadores de high stakes -que no fueran Phil Galfond- a jugar NLHE o PLO durante un número determinado de 50.000 manos, con una apuesta paralela en la que Dwan ofrecía una ventaja de tres a uno, 1,5M $ contra 500k $.

Primero lo intentó Patrik Antonius, pero tuvo que negociar el final anticipado del reto porque se estaban acumulando pérdidas millonarias en su contra. Aun así, les llevó dos años encontrar el tiempo para jugar menos de 40.000 manos. Siempre había otra mesa más interesante que abrir. Phil Ivey y David Benyamine, que estaban en la lista de espera para ser los siguientes en jugar, se cansaron de esperar por Dwan.

El siguiente rival en saltar a la palestra fue otro joven jugador con ínfulas de llegar a ser la mayor estrella del firmamento pokeril, Daniel Cates, que acababa de llegar a las nosebleeds en un tiempo récord.

Jungleman se vio en la situación contraria. En agosto de 2010, las ganancias se acumularon rápidamente a su favor.

Lo que hice fue encontrar situaciones en las que Tom estaba foldeando de más y simplemente ataqué por ahí. También me di cuenta de que sus apuestas de tres calles eran casi siempre por valor y otros detalles por el estilo.

Durrrr parecía haber encontrado la horma de su zapato. Lo que hizo fue empezar a dilatar el tiempo entre sesiones, hasta casi frenarlo del todo, como en su reto contra Antonius.

De todos los rivales contra los que jugué durante un largo periodo de tiempo, fuiste el que mejor se supo adaptar. Yo me equivocaba en detalles, pero contra otros rivales no me suponía un coste tan alto, o ninguno en absoluto.

El reto se estaba eternizando, y, de repente, llegó el Black Friday.

Años después, cuando PokerStars reflotó Full Tilt Poker y devolvió la sala a un estado funcional, Cates insistió en reanudar el reto y concluirlo. Las partes se comprometieron a jugar un número de manos al mes, bajo la amenaza de severas multas en caso de incumplimiento, pero Dwan desoyó el acuerdo y dejó que su deuda fuera creciendo sin que se viera solución ni meta en el horizonte.

Cates decidió llevar sus desentendimientos con Dwan a los foros y a las redes sociales, lo que acabó de enquistar definitivamente el tema. El Durrrr Challenge sigue sin tener un final aceptado por ambas partes 15 años después de su inicio.

Que me ignoren debe ser lo que más me frustra. Reconozco que me dejé llevar por la ira cuando no me respondiste, y eso me llevó a cometer errores como no tratar con la debida delicadeza datos que eran privados.

Cates asegura haber sacado una valiosa lección de aquellos años de frustración y agresividad.

Aprendí que tienes que admitir tus errores para encontrar alguna manera de avanzar las cosas, incluso si piensas que la otra parte no está haciendo las cosas bien.

Las multas eran una locura. Añadir esas cantidades ridículas de dinero a la deuda era dañino. Nunca debí forzar esas estipulaciones.

Lleno de ira, llegó a ignorar incluso las veces en que Dwan estuvo dispuesto a echarle una mano pese a la disputa entre ambos.

Fue Tom el que me ayudó cuando me quedó todo ese dinero retenido en Full Tilt Poker. Me aconsejó bien cuando yo estaba dispuesto a vender todo mi balance en la sala con un descuento brutal.

Jungleman mantuvo sus denuncias públicas contra Dwan durante años. Los ataques se volvieron personales.

Llegué a pensar que me odiabas.

Ahora, parece ser que Cates está dispuesto a olvidar el tema.

Ya hace tiempo que no siento malicia, y es un estado en que realmente me siento bien.

Últimamente, Cates ha prometido enfocar sus esfuerzos en pelear por limpiar el buen nombre del póker y desenmascarar a los tramposos de la industria. Durrrr, en el vídeo, reflexiona sobre el cariz que llegó a tomar el desencuentro entre los dos que, en realidad, estaba sobredimensionado.

En el mundo del póker, las situaciones menos graves son tratadas como los peores delitos. En cambio, sobre los asuntos verdaderamente turbios hay muchísima menos información.

El final del vídeo traiciona toda esta puesta en escena, dejando entrever que pronto puede que haya una reedición del duelo entre ambos, hay que entender que bajo un generoso patrocinio.

Todo sea por la reconciliación entre las personas y la paz mundial.