Manel Montalbán viaja a Campione con descuento y se trae la 4ª plaza del PokerStars Open

La segunda revolución de los torneos presenciales de PokerStars en Europa nace, al contrario que la última vez, con los mejores augurios.

Cuando el principal operador en el continente decidió enterrar sus marcas regionales, allá por 2016, y reunir los mejores torneos del Estrellas, el Eureka, las FPS o el IPT bajo el nombre de PokerStars Festival, la respuesta del público no fue todo lo cálida que se esperaba.

Años más tarde, en 2022, muchas de las marcas afectadas recuperaron su lustre y volvieron a encabezar paradas locales, en medio de un fervor inusitado por el póker en vivo surgido de los traumas del confinamiento. Se recuperaron marcas de antaño, y se superaron con creces.

De nuevo, en la isla de Man han jugueteado con la idea de crear una entidad supranacional que canibalice lo mejor de los eventos locales, que vuelven al cajón. No creo que nadie en las oficinas de la pica roja pudiera evadirse de los nervios que solo podrían calmar las cifras que arrojara el estreno del nuevo circuito en Campione.

Pues ya pueden exhalar un largo suspiro y sonreír abiertamente, pues los 2.423 participantes en el evento principal del PokerStars Open Campione son un fiel reflejo del nivel de participación en paralelos y satélites, forzando los límites de capacidad del casino hasta el punto de tener que suspender competiciones menores para tener mesas disponibles para todos en el salón.

Otra gran sonrisa que se ha podido ver en Campione es la de Manel Montalbán, que viajó a Italia con un presupuesto mínimo propiciado por su clasificación vía satélite para el torneo de 1.100 € y se va a traer de vuelta una cuarta plaza, que sabe a gloria después de ganarse una rebaja en el precio.

Manel llegaba líder a la mesa final, pero pronto tuvo que moderar su optimismo porque los primeros niveles elevaron las prestaciones de sus rivales. A la hora de la cena, más por méritos del resto que deméritos de Manel, la parte alta de la tabla se había congestionado, con un nuevo capitán al mando, el local Barnaba Perone.

El rumano Adrian State demostró tener un imán para las fichas de los shorts, que se enfrentaban a él con manos dominadas. Giorgio Sorceanu consiguió ganar un flip entre candidatos que le permitió dar el salto al liderato, conformando así una pareja de favoritos al heads-up a la que el resto de la mesa no pudo poner reparos.

Manel, inédito hasta entonces, acumuló tranquilamente todos esos saltos de premios antes de alzar la voz por fin con un raise desde UTG, tras el que se limitó a chequear de vuelta un flop
3


9


8

que ya había ignorado Adrian State desde la BB que defendía ante el español.

La
Q

del turn animó por fin a apostar al jugador con iniciativa, pero la respuesta de State fue un check-raise que amenazaba con exigir todo el stack de Montalbán en el river. Así ocurrió, y antes de gastar las fichas restantes, Manel vació su banco de tiempo, sin encontrar como foldear su
Q


J

. El futuro campeón enseñó
K


Q

para confirmar la eliminación y la asignación del cuarto puesto a Manel (4º, 123.760 €).

State no se frenó ahí, y, antes de finiquitar el shortstack de Perrone, asestó dos profundas estocadas a Sorceanu, que dejaron el HU casi sentenciado antes de iniciarse, con una ventaja de 6:1 que al italiano se le hizo demasiado cuesta arriba.

En la última jornada, también se confirmó la victoria de Artús Giménez en el Open Mystery Bounty Cup.

A los 30.000 € de la primera posición, Artús le pudo añadir 17.700 € extra en sobres.

Espectacular puesta de largo del PokerStars Open, con 2,5M € de bolsa -partiendo de 1M €garantizado-, una cantidad que podría verse ridiculizada en Montecarlo, donde celebrará su segunda etapa dentro del calendario del European Poker Tour, a finales de abril.